OMISIONES Y RETORCIMIENTO DE INFORMACIONES: Perdida de credibilidad gubernamental
El divorcio entre nuestra realidad y las informaciones suministradas por el gobierno tomó nuevos giros y bríos con el dato aparecido en la edición del Diario Libre correspondiente al 05/03/07 sobre la disminución del número de casos sometidos por drogas durante el 2006. Mientras en el 2005 fueron sometidos 3850 casos, en el pasado año el número disminuyó a 1169, es decir, 3.3 veces menos que el año precedentes; en momentos que importantes instancias nacionales e internacionales, y la percepción ciudadana, denuncian que nos encontramos invadidos por drogas.
La explicación dada por funcionarios de la DNCD al día siguiente por la misma fuente, de atribuirlo a la entrada en vigencia del Código Penal, en lugar de brindar una explicación razonable a esta contradicción entre la realidad y las informaciones, aumenta la incertidumbre; por ser excusatoria y por desdecirla ellos mismos al admitir que la presente gestión sometió durante los últimos 4 meses del año más casos que en los 8 meses precedentes bajo otra incumbencia, lo cual implica la admisión de una mayor diligencia presente frente a negligencia pasada.
Como es presumible que la disminución del número de casos se origine en la falta de reporte de casos presentados - no capturando comitentes de faltas o dejándolos en libertad, p.e. - y no en la disminución misma de casos; el gobierno tiene la obligación de dar una respuesta más convincente al respecto, puesto que agrega un ingrediente a las ya cuestionadas informaciones de otro tipo emanadas de sus órganos y funcionarios.
E incluso, éste cuestionamiento podría repercutir en la credibilidad del Presidente Fernández en referencia a las cifras dadas en su discurso del 27/02/07, cuando dibujó una nación optimizada con cifras impresionantes contrastando con el pesimismo reflejado en las encuestas. Cualquiera pudiera preguntarse, por ejemplo, si la reducción de las mortalidades – general e infantil - citadas por el presidente pudiera deberse en la omisión de reportes de casos fallecidos en lugar de una disminución de la mortalidad misma.
Esta duda surge al observar, por otro lado, retorcimiento de informaciones en los pronunciamientos y documentos oficiales. El informe preliminar de la economía dominicana para el 2006 publicado por el Banco Central se observan particularidades al respecto:
1. Se asocian los 66467 millones de RD$ dirigidos al comercio, el 38% de los prestamos otorgados por el sistema bancario, a la producción para poder anunciar una estructura crediticia apoyadora de los sectores productivos; cuando los dos principales sectores genuinamente productivos – agricultura e industria – solo se la han destinado el 8% de los préstamos, 4.5 veces menos que el comercio. ¿Como el presidente Fernandez pudo exaltar en su discurso el apoyo crediticio a la producción?
2. Se manejan tasas y no valores absolutos para encubrir el crecimiento de las importaciones de bienes de consumo que ascendieron a 4437 millones de US$ (MUSD), superando la suma de importaciones por concepto de materias primas y equipos que ascendieron a 4310 MUSD. Esto, junto a la realidad que el 55% del crédito está dirigido al comercio y al consumo, permite afirmar que el crecimiento que tanto pregona y enorgullece al gobierno está sustentado en una economía de consumo en contraposición a una economía de ahorro, inversión y producción. ¿Es sano seguir creciendo en base al consumo de bienes importados o estamos creando una bomba de tiempo que explotará en el futuro?
3. Se encubren déficits como el comercial con endeudamientos, para ocultar que importamos 4.5 veces las mercancías que exportamos; puesto que mientras las mercancías que exportamos es apenas 1933 MUSD, las importaciones se remontan a 8745 MUSD. El déficit en la cuenta corriente alcanzó 786 MUSD que fue cubierto con 1183 MUSD de inversión extranjera sin que se detalle la estructura de dicha inversión y en que medida tiene un componente de endeudamiento para el consumo como sería el caso del financiamiento de PETROCARIBE a la factura petrolera. ¿esto deseable y enorgullecedor del modelo económico presente?
4. Se incurren en imprecisiones al computar 5181 millones de US$, 60% del total importado, bajo el rublo de “otras”. ¿Como es posible que una economía pueda manejarse transparente y modernamente como tanto se predica con mas de la mitad de las importaciones sin clasificar o detallar?
5. El presidente se jacta de la disminución del desempleo y anticipa su reducción a tasa de un dígito para final de su período. Pero resulta que el crecimiento de la población estimada anual es de un 6%, el PBI se aproxima al doble, siempre tomando la misma fuente. Con las amenazas exógenas que penden sobre la economía dominicana: entrada en vigencia del DR CAFTA, aumento precios de petróleo, caída de la economía norteamericana; mas las endógenas no resueltas: sobrecarga tributaria y asintonía fiscal, electricidad mala y cara, monopolios en los sistemas de transportes y combustibles, presiones laborales, intranquilidad social por demanda de servicios públicos; ¿ como se va a lograr esa meta si la economía pierde el ímpetu como indefectiblemente tendrá que hacerlo?
Todo ello está minando la credibilidad gubernamental hasta tal punto que de nada ha valido la costosa publicidad auspiciada por el Banco Central para que la ciudadanía que hace colas deje de comentarla con burla y escepticismo, hasta con cinismo y sarcasmo; y con extrañeza, habida cuenta la falta de precedentes en esa institución llamada a infundir respeto y disciplina en lugar de despilfarro y privilegios
A lo económico se agrega ahora el no sometimiento de casos de drogas.
¿Qué credibilidad puede inducir informaciones emanadas bajo conductas y procederes como las citadas?
De seguir así, solo serán creíbles por la opinión pública las cifras dadas por el gobierno en materia de gastos y su enorme crecimiento impregnado de toda una carga de abultamiento mediante sobre costos y sobreprecios potencialmente generadoras de corrupción.
Escrito por el Ing. Guillermo Caram, Vicepresidente del PRSC
La explicación dada por funcionarios de la DNCD al día siguiente por la misma fuente, de atribuirlo a la entrada en vigencia del Código Penal, en lugar de brindar una explicación razonable a esta contradicción entre la realidad y las informaciones, aumenta la incertidumbre; por ser excusatoria y por desdecirla ellos mismos al admitir que la presente gestión sometió durante los últimos 4 meses del año más casos que en los 8 meses precedentes bajo otra incumbencia, lo cual implica la admisión de una mayor diligencia presente frente a negligencia pasada.
Como es presumible que la disminución del número de casos se origine en la falta de reporte de casos presentados - no capturando comitentes de faltas o dejándolos en libertad, p.e. - y no en la disminución misma de casos; el gobierno tiene la obligación de dar una respuesta más convincente al respecto, puesto que agrega un ingrediente a las ya cuestionadas informaciones de otro tipo emanadas de sus órganos y funcionarios.
E incluso, éste cuestionamiento podría repercutir en la credibilidad del Presidente Fernández en referencia a las cifras dadas en su discurso del 27/02/07, cuando dibujó una nación optimizada con cifras impresionantes contrastando con el pesimismo reflejado en las encuestas. Cualquiera pudiera preguntarse, por ejemplo, si la reducción de las mortalidades – general e infantil - citadas por el presidente pudiera deberse en la omisión de reportes de casos fallecidos en lugar de una disminución de la mortalidad misma.
Esta duda surge al observar, por otro lado, retorcimiento de informaciones en los pronunciamientos y documentos oficiales. El informe preliminar de la economía dominicana para el 2006 publicado por el Banco Central se observan particularidades al respecto:
1. Se asocian los 66467 millones de RD$ dirigidos al comercio, el 38% de los prestamos otorgados por el sistema bancario, a la producción para poder anunciar una estructura crediticia apoyadora de los sectores productivos; cuando los dos principales sectores genuinamente productivos – agricultura e industria – solo se la han destinado el 8% de los préstamos, 4.5 veces menos que el comercio. ¿Como el presidente Fernandez pudo exaltar en su discurso el apoyo crediticio a la producción?
2. Se manejan tasas y no valores absolutos para encubrir el crecimiento de las importaciones de bienes de consumo que ascendieron a 4437 millones de US$ (MUSD), superando la suma de importaciones por concepto de materias primas y equipos que ascendieron a 4310 MUSD. Esto, junto a la realidad que el 55% del crédito está dirigido al comercio y al consumo, permite afirmar que el crecimiento que tanto pregona y enorgullece al gobierno está sustentado en una economía de consumo en contraposición a una economía de ahorro, inversión y producción. ¿Es sano seguir creciendo en base al consumo de bienes importados o estamos creando una bomba de tiempo que explotará en el futuro?
3. Se encubren déficits como el comercial con endeudamientos, para ocultar que importamos 4.5 veces las mercancías que exportamos; puesto que mientras las mercancías que exportamos es apenas 1933 MUSD, las importaciones se remontan a 8745 MUSD. El déficit en la cuenta corriente alcanzó 786 MUSD que fue cubierto con 1183 MUSD de inversión extranjera sin que se detalle la estructura de dicha inversión y en que medida tiene un componente de endeudamiento para el consumo como sería el caso del financiamiento de PETROCARIBE a la factura petrolera. ¿esto deseable y enorgullecedor del modelo económico presente?
4. Se incurren en imprecisiones al computar 5181 millones de US$, 60% del total importado, bajo el rublo de “otras”. ¿Como es posible que una economía pueda manejarse transparente y modernamente como tanto se predica con mas de la mitad de las importaciones sin clasificar o detallar?
5. El presidente se jacta de la disminución del desempleo y anticipa su reducción a tasa de un dígito para final de su período. Pero resulta que el crecimiento de la población estimada anual es de un 6%, el PBI se aproxima al doble, siempre tomando la misma fuente. Con las amenazas exógenas que penden sobre la economía dominicana: entrada en vigencia del DR CAFTA, aumento precios de petróleo, caída de la economía norteamericana; mas las endógenas no resueltas: sobrecarga tributaria y asintonía fiscal, electricidad mala y cara, monopolios en los sistemas de transportes y combustibles, presiones laborales, intranquilidad social por demanda de servicios públicos; ¿ como se va a lograr esa meta si la economía pierde el ímpetu como indefectiblemente tendrá que hacerlo?
Todo ello está minando la credibilidad gubernamental hasta tal punto que de nada ha valido la costosa publicidad auspiciada por el Banco Central para que la ciudadanía que hace colas deje de comentarla con burla y escepticismo, hasta con cinismo y sarcasmo; y con extrañeza, habida cuenta la falta de precedentes en esa institución llamada a infundir respeto y disciplina en lugar de despilfarro y privilegios
A lo económico se agrega ahora el no sometimiento de casos de drogas.
¿Qué credibilidad puede inducir informaciones emanadas bajo conductas y procederes como las citadas?
De seguir así, solo serán creíbles por la opinión pública las cifras dadas por el gobierno en materia de gastos y su enorme crecimiento impregnado de toda una carga de abultamiento mediante sobre costos y sobreprecios potencialmente generadoras de corrupción.
Escrito por el Ing. Guillermo Caram, Vicepresidente del PRSC
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